El alba, el rocío de la mañana, el césped recién cortado, árboles por doquier, una vista panorámica.
El cielo, las nubes y sus infinitas formas, la suave y cálida brisa, y ese inconfundible olor a café.
Tranquilidad, sin estorbos, solo paz y una deseada soledad, sin melancolías ni añoranzas.
Aquí el entorno natural es mi espacio, sin nada ni nadie que me perturbe, que me fastidie.
Sin pretender olvidar , regresar atrás y vivir, vivir plenamente, sin arrepentimiento ni culpa y permanecer ahí...
Comentarios
Publicar un comentario