Las historias más triste son aquellas que involucran a las personas que más amas, las pierdes y se desvanecen antes tus ojos poco a poco, por eso mientras puedas no solo les digas lo que quieren escuchar, sé sincero y sé real, no importa que sea malo o bueno, porque luego el remordimiento de lo que no dijiste, de aquello que no hiciste te perseguirá. La rabia y la impotencia de no poder volver el tiempo atrás en ese justo y preciso momento, es una mierda. Era tu complemento, tu confidente, a la que llamabas para llorar en tu pecho, a quien contemplabas en silencio cuando nadie más observaba, fuiste mi amante pero también eras mi amigo y nos prometimos que nunca dejaríamos de serlo.
No importa cuanta historia haya entre nosotros, la cruda realidad es que somos un capitulo cerrado, no me importa lo que hagas o dejes de hacer, no me importa lo que digas ni que justifiques lo que pasó o como pasó, sin fueron mentiras, si fue un malentendido, si estamos ambos arrepentidos o de quien rayos es la culpa.
Henos aquí dos completos desconocidos, nuestras miradas ausentes, distantes... Ya nunca hablamos como solíamos hacerlo y pretendo que siga siendo así.
Comentarios
Publicar un comentario